sábado, 30 de julio de 2011

Canción triste de Luna Street

Somos cada trago de cerveza, de whisqui, de licor que hemos dado. Hubo tragos de todo tipo, los tragos que nos hicieron, que aún nos hacen: bebimos como pudimos. Dimos tragos de rabia, de desamor, de labios, de muerdos, a dentelladas, de colores, trasnochados, amanecidos, a medias, a cuartos, a saco, de miedo, de incertidumbre, de certeza, de lunas, de sol, de ayeres, de mañanas, de apaños y amaños, solitarios, de multitud, que sobraban, que faltaban, con hombres, con mujeres, con muchas mujeres, cada una distinta que también nos hicieron, como los tragos que recordamos, o los que ya están perdonados pero no olvidados, y los tragos locos, los cuerdos, los amables, los simpáticos, los que nos hicieron llorar y naufragar, los que nos levantaron...
La vida son etapas y por eso llevo unos años sin dar un trago por la Calle Luna. Pero esta tarde que escupe fuego se ha empeñado en devolvérmelos junto con todos los garitos y la gente que los envolvieron. Y están formando un espejo raro en el que no me distingo bien. Suena música de entonces en mi cabeza.
También hay tragos raros. Y uno no sabe cómo tomárselos.
¿donde estabas entonces cuándo tanto te necesité...?