sábado, 22 de enero de 2011

El Momento

Fue hace años, cuando leía uno de los libros de Alejandro Jodorowsky, que tras un largo parrafo emocionante, terminaba diciendo: "... en fin, que cada uno tiene el derecho de elegir el momento de su muerte".
Desde entonces he tenido grabada esa frase, le he dado mil vueltas, he pensado en la dignidad de los pasos que uno desea antes de elegir ese momento..., pasos que definitivamente te llevasen a la Serenidad, desde donde ya no da miedo elegir. Pero no ha pasado un solo día sin algo de cansancio, algo que pesa, que no se deja atrás.
Y hoy me he dado cuenta que era imposible alcanzar la Serenidad, estar preparado para elegir ese momento, que faltaba algo importante, lo más importante: no podía elegir el momento de mi muerte sin haber elegido antes el "momento de mi vida" (pocas veces antes nos enseñaron bien a vivir, si acaso algo, a sobrevivir).
Así que hoy recien comenzado el 14 de Enero de 2011 (0:50 horas) a mis 40 años, he elegido vivir.
Aquí y ahora elijo comienzar el momento de mi vida.

martes, 18 de enero de 2011

Mientras, entretanto

Andar mientras duermes, dejar crecer la barba mientras tus manos no puedan tocar, escribir mientras el silencio lo ponga la espera de una llamada de teléfono en medio de la noche y una puerta que nadie abrirá. No estoy triste. En alguna otra parte alguien debe estar luchando desnudo por algo que aprendió de pequeño, por nada. Veo a gente vender las mentiras que les enseñaron como única arma para sobrevivir. Y yo ya no estoy entre ellos. No puedo estar triste: tengo la ilusión de lo que dije ayer, y entretanto, puedo andar. Como nunca antes.
Hoy no tendría miedo de quedarme dormido en medio de la noche.
Ni miedo de no poder dormir.

sábado, 15 de enero de 2011

En medio de la noche

No importa que no te conozca, me vale el aire que me llega de tu ropa tendida en alguna parte rozando mi ropa tirada ahora en el suelo, junto a un clinex, unas horas perdidas, y otras cosas que ya no veo: tengo la ilusión subida a mi cama de que te reconoceré en cuanto te vea. Y sabré que eres tú.
Hoy no tendría miedo de un teléfono sonando en medio de la noche...