martes, 22 de febrero de 2011

Carta de ajuste

La noche pinta a carta de ajuste: círculos, trazos, líneas, colores, quietud, nada. El cielo se equivoca, aquí dentro hace un calor aparente, nublado. Afuera una sensación de algo que no descifro. Algo. Pedazos de silencio. Como la carretera que se va dejando atrás, viajando de noche, mirada desde el retrovisor del coche de alguien que regresa a casa.  El rojo tenue colgando de los faros aviva la nostalgia,  nos devuelve el recuerdo, el lugar de dónde venimos. La mezcla de sombras danzando, nos adelanta el tiempo, el lugar a dónde vamos. Pedazos. Formas que intentamos colocar en el puzzle de los días, remedios caseros hechos con las manos que nos rozan. Intentamos soñar como podemos. Intentamos soñar. No en vano, uno todavía se sorprende a veces sentado en un sillón cualquiera de la casa, mirando una televisión sin sonido, con la noche pintando a carta de ajuste, el cielo equivocado, y sin entender aún bien por qué este silencio.


















miércoles, 9 de febrero de 2011

La última canción

Esta es la última canción que te envío, Mara. Te puedo decir que para mí es como la canción definitiva. La encontré de casualidad buscando nada por internet. No quiero seguir con este juego de enviarnos canciones a nuestros correos, para dejarnos unos mensajes que antes no supimos decirnos mirándonos a los ojos con palabras, y apenas con los cuerpos. Esta es la última, Mara. Y por eso quisiera que para esta vez, esta canción fuese como una célula mía que llegara a ese lugar de alguna parte de ti donde nunca alcanzaron mis manos, o que fuese como el tacto de una simple gota de sudor que recorre un cuerpo desnudo abrazado a otro cuerpo, o como esa luz minúscula que impacta en el parabrisas cuando viajamos de noche y nos hace sentirnos leves, sensibles, soñadores.
 La canción se llama “Te odio”. Cuando la escuches, Mara, cierra los ojos, para que las primeras notas de guitarra se deslicen como un viento que te va llegando suave,  y te lleven a algún paseo de alguna tarde donde estuvimos. Sí, cierra los ojos, hasta que suene la voz de pronto dulce, melancólicamente rasgada de Ella, una tal Nereida, cantando: “Te odio, por la nota que dejaste al despertar, huyendo”, “Te odio, por los días que has estado sin estar, dentro de mi”. Ella Canta sensible, Mara, también desgatada, y nosotros quizás encontramos demasiado pronto ese tono de voz, “Te odio, por dejarme a medias antes de llegar al éxtasis”, también demasiado pronto el silencio, lo que no nos dijimos, “ Te odio, por tu boca que carece de verdad, y  sigue así.”
“Te odio, como nadie en este mundo te odiara”. Aquí es donde entra la voz del chico, un tal Santi Balmes, acompañando la voz de Ella, también me gustaría unir mi voz,  “Te odio, como no se puede odiar a nadie más”. ”Te odio”, siguen cantando, “Porque siempre sigues”, y van creciendo juntos en intensidad, “porque siempre sigues”, van creciendo en sentimiento, “siempre sigues”,  hasta quedar suspendida la voz en un grito ahogado que se mete dentro, “siempre sigues ahí”. Que se me mete dentro.
“Te odio, tanto que podría hacerte resucitar, del miedo”, susurra grave Santi Balmes, entrando a cantar solo esta nueva estrofa. A veces he pensado en ello, Mara, utilizar el miedo para resucitarnos, porque me quedaron cosas y penas colgando de los dedos, y se me clava de recuerdos la voz de Nereida con la emoción rota, “Olvidaste en mi alma el cuaderno, en el que solías preguntar”, dando un giro a la voz, un salto de corazón,  “cuántos días quedan para vernos”, un desgarro, un amor “tengo el corazón”, un grito, una vida, un mundo, “a punto de estallar”

Una música de vientos, una pausa para respirar, un momento para acabar con esto, Mara, “Te odio, como nadie en este mundo te odiara”, sólo el tiempo justo para volver a pronunciar, como si se pudiese golpear con ellas, las mismas palabras heridas, “Te odio, como no se puede odiar a nadie más”,  y poder acompasar mi  voz a la de ellos susurrando melancólicos, lentos, aún doliendo, aún amando, “Te odio, te odio, te odio, te odio, te odio”,  y ya sólo dejar apagarse la música sola y lenta, como una vela que alguien ha dejado encendida de noche en alguna estancia donde ya no queda nadie, Mara. Donde ya no puede quedar nadie.


*NOTA:La canción “Te odio” pertenece al grupo “Los Seis Días”, de su álbum debut “Lunes”. Nereida Cerdà, es la voz de Los Seis Días. Santi Balmes, es la voz y compositor del grupo Love of Lesbian.
http://www.youtube.com/watch?v=7cZYvszjRLA